EL MALEVO
Yo siempre quise tener
un perro como la gente
al fin el tiempo y la esperanza
me dieron uno
pero bien mirao
es hombre de pocas pulgas
yo no trancaba la puerta de mi rancho
ni durmiendo.....
para que..
si al lao de ajuera
por malo que juera el tiempo
arrejaba de colmillos
el coraje de mi perro
cimarron, medio atigrado
lo halle perdido en las sierras
temblando de agusanao
malo como manga é piedra
tuve que echarlo enlazao
para curarle las bicheras
y ahí se quedo aquerenciao
Compañero de horas lerdas
trotando bajo el estribo
ni calculaba las leguas
y donde aflojaba cincha, mire...
se echaba a cuidar mis priendas.
Eso si,...... muy delicao
manosearlo ni le cuento
se ponía de ojo extraviao
y se le erizaba el pelo
con que tenia bien ganao
su apelativo....... ”El Malevo”
Que animal capacitao
pal trabajo en campo abierto
había que verlo al Malevo
trajinando en un rodeo
¿yo echar tropilla al corral??
Le silbaba entre los dedos
Y embretao en el silbido
Me los traía sobre el viento
Y era un abrojo prendido
A los garrones del trueno
De ser cristiano..........
clavao que era doctor ese perro.
Una vez bandeando tropa
con mucho agua en el Río Negro
caí quebrao de un apretón
entre un remolino é cuernos
y me gano la mollera
la oscuridad y el silencio
cuando volví a abrir los ojos
cruzaba una nube el cielo
gemidos y lambetazos
llegaban como de lejos
redepente comprendí
medio me senté en el suelo
para entregarle las gracias
“hermano de ésta te quedo debiendo”
no me hace a mi el pan bendito
si no me sacas “Malevo”
y una inmensa gratitud
se me gano en el garguero.
Bueno, la cosa pasó
yo dentre pa´l casamiento
hice el horno, la cocina..
mi rancho estiró un alero
y en su chucara crinera
charqueó el arroró y el beso
A los dos años
gateaba mi gurí sobre un peleo
o andaba por el guardapatio
prendido a la cruz del perro
porque él me le sacó
las cosquillas al Malevo
lo habrá tomao por cachorro
é su cría el pendenciero
le soportaba imprudencias
se priestaba pa´ sus juegos
y ande amenazaba caerse
se le echaba bajo el cuerpo.
La cosa fue tan de golpe
que hasta me parece cuento
fue después de un mediodía
como pa´ fines de enero
yo me había echao en el catre
pa´ descabezar un sueño
mi patrona trajinaba
proceando con el borrego
y redepente aquel grito
como de terror ¡ROSENDOOO!
Y ya me pele pal patio
Manotiando el caronero
Ella estaba contra el horno
Tartamudeando en silencio
Tenía el guricito alzao
aprietao entre su pecho
y avanzando agazapao
como una fiera.......... mi perro
asomaba unos colmillos como puñales
los pelos se le habían parao de un modo
que costaba conocerlo
y en la brasa de sus ojos
se habían quemao los recuerdos
de un salto me le puse en frente
le pegue el grito ¡MALEVO!
Le vi saltar una baba
Esta rabioso ROSENDO!
No te me acerques hermano
Echa pa tras... echa pa tras
¡ Fuera perro !!!
Redepente me saltó
ladié pa´ un costao el cuerpo
y senti como la daga
le topaba contra el pecho
y cayó casi sin ruido
como una jerga en el suelo
se arrastró .... lamió mis pies
movió la cola una vez, dos veces ....
y quedó muerto.
No tenía pa´ elegir
hermano tabas enfermo
fue por el cachorro sabes ?
que no, no lo hubiera hecho !!
Por eso es que desde entonces
no me gusta tener perro
y cuando voy de a caballo
me parece que lo veo
seguir abajo el estribo
trote y trote por el tiempo.
Argentino Luna
Poema de O. Rodriguez Castillo
EL CABALLO QUE NO TUVE
José Larralde
Al caballo que no tuve
Yo le llamaba distancia
Pero distancia es ayer
y ahí el caballo no andaba
entonces yo comprendí
que se llamaba esperanza.
Fiero pa´hallarlo en el campo
Caballito de la nada.
Yo mismo le hice el recao
Con cueros de mis nostalgias
Y unos estribos de nunca
Y un cojinillo de lágrimas.
En un clavo en la pared
Tenia colgada una manta
Que la tejí de ilusiones
Y bordada de palabras,
Las veces que me tapé
Con aquella vieja manta.
Cada invierno fue una rosa
Que el tiempo me regalaba,
Recogí el sol de la escarcha
Reflejao en la mañana,
Y la ate a los cuatro vientos
De mi imaginada manta
Pa´que luciera orgulloso
Mi caballito esperanza.
P´al caballo que no tuve
macetié guasca por guasca
del cuero de un ventarrón
de esos que no tienen alma.
Con la argolla que el rocío
Le hace a la luna temprana
Hice un lazo livianito
Como pa´pialar un ánima.
El cabresto y el bozal
Se los quite a una calandria
Porque soñé que a mi flete
Con un silbo le sobraba.
Me hice un rebenque de trébol
Con iniciales de plata
Que saque de un arroyito
Entre piedritas de nácar.
Todo pa´que mi caballo
No ande mezquinando alzada
Y hasta he cortao una flor
Para ponerle como marca.
Pero pasaron los años
Y nunca llegó esperanza.
Caballito que no tuve
Ya no importa tu tardanza.
Las pilchas... las pilchas
Las regalé y ya no me queda nada.
¿A quién le pongo un recao con
cojinilllo de lágrimas
y una manta de ilusión
y bordada de palabras?
Esas mismas que no tuve
Para defenderte esperanza
Cuando andabas a lo lejos
Y te llamaba distancia.
Y hoy que ya te recorrí
No me ha servido de nada
Si hasta te use pa´ morirme
desde adentro de mi alma
Por tener un corazón
Y por llamarte esperanza.